Cuidadores de Alzheimer: ¿cómo les afecta la enfermedad?

Como hablamos en el post “Dependencia y Alzheimer”, el Alzheimer es una de las principales enfermedades que causan dependencia. Esto implica que las personas que padecen esta enfermedad necesiten un cuidador que les ayude a realizar todas sus actividades rutinarias.

El cuidador asume la responsabilidad de darle la atención, el apoyo y todos los cuidados que necesite en su día a día. A la vez, también se responsabiliza de la medicación que debe tomar el anciano, su higiene, alimentación, etc. Es la persona que más tiempo pasa con el enfermo, y por tanto, quien más vivirá el deterioro de su estado de salud general.

En un gran número de familias el cuidado de esta persona dependiente recae en un único miembro de la misma, lo que implica una gran sobrecarga física y emocional, ya que la persona afectada depende totalmente de su cuidador.

Cuidadores de Alzheimer: sentimientos vividos

Poco a poco, y conforme va avanzado la enfermedad, el cuidador va perdiendo su independencia, ya que la persona con Alzheimer necesita cada vez más de sus cuidados.

El cuidador se vuelca en el anciano sin prestarse atención, se dedica menos tiempo y deja de lado las aficiones que más le gustan.

Cada familia y cada cuidador llevan de una forma distinta la enfermedad del familiar, pero se suelen encontrar en común los siguientes sentimientos:

  • Tristeza.
  • Soledad.
  • Preocupación.
  • Irritabilidad.
  • Culpabilidad.

Todos estos sentimientos son normales, ya que es una situación muy dura de afrontar. Los ancianos poco a poco se van deteriorando, pierden la memoria y no reconocen en muchas ocasiones ni a los familiares más cercanos.

Muchas veces tendrán sentimiento de culpabilidad, porque no se verán cualificados para realizar las nuevas tareas que están desempeñando en el cuidado del dependiente, además de que cometerán errores en las tareas que realicen, al no estar formados para ello.

Todos estos sentimientos van sobrecargando al cuidador, además de la carencia de apoyo social que suelen tener, tanto de las instituciones públicas como por la ayuda del resto de familiares.

Como hemos comentado en otras ocasiones, las mujeres ocupan el mayor porcentaje de cuidadores de enfermos de Alzheimer  y son las que asumen la carga sin ningún tipo de ayuda.

Cuidadores de enfermos de Alzheimer: trastornos del enfermo que más sobrecargan al cuidador

Los trastornos del enfermo que más afectan a los principales cuidadores son los siguientes:

  • Trastornos conductuales, ya que el afectado se suele volver más agresivo, sufre de insomnio, y suele estar mucho más agitado.
  • Trastornos funcionales.
  • Pérdida cognitiva.

¿Cómo podemos saber si un cuidador está sufriendo de sobrecarga?

Los síntomas generales y más comunes que presenta un cuidador cuando está sufriendo una sobrecarga del trabajo realizado, son los siguientes:

  • Se siente más estresado, cansado e irritable. Suele tener problemas para dormir, con lo que no descansa bien.
  • Suele tomar antidepresivos o pastillas ansiolíticas que le ayuden a conciliar el sueño para sobrellevar mejor la situación.
  • El cuidador del enfermo de Alzheimer se ve envuelto en una rutina diaria en la que progresivamente va perdiendo las ganas de relacionarse con los demás y realizar sus actividades preferidas.
  • Al estar sobrecargados, se encuentran más irritados. Esto provoca que se enfaden con mayor facilidad, y muchas veces por cosas sin importancia que el cuidador exagera dándole una mayor importancia de la que tiene. Además, vive diversos cambios de humor y no dispone de la paciencia necesaria para tratar a los demás miembros de la familia.

Cuidadores Alzheimer: ¿cómo pueden prevenir la sobrecarga que conlleva el cuidado del paciente?

Para que el cuidador pueda afrontar y desenvolverse con éxito durante esta etapa del cuidado del afectado, la mejor opción es formarse para saber cómo actuar frente a esta situación. Para poder sobrellevar esta situación, lo primero que deben hacer es aceptarla y asumirla para poder actuar con rapidez y lo mejor posible.

Además, es fundamental solicitar ayuda social, recurrir a centros de día o residencias de ancianos, que saben perfectamente como dar los cuidados necesarios a cada residente, centrándose en la patología que sufre cada uno de ellos.

Entre la familia debe haber una comunicación clara para poder tomar las decisiones correspondientes, y además de elegir un cuidador principal que hayan cuidadores secundarios para que este pueda descansar. Otra opción es decidir llevar al enfermo a un centro de día o a una residencia, para que pueda recibir todas las atenciones y cuidados necesarios por los profesionales.

Es importante buscar ayudas sociales, consultando a los trabajadores sociales, así como buscar asociaciones de enfermos de Alzheimer cercanos a la propia residencia que puedan proporcionar asesoraramiento.

En Lares C.V. disponemos de centros de día y residencias de ancianos que se centran lo máximo posible en la atención personalizada del paciente de Alzheimer, en los que cuidamos al anciano con la formación específica de los profesionales, cuidando siempre su bienestar para que viva la última etapa de su vida con la mayor dignidad.



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