Pañales para adultos: ventajas y desventajas de usarlos

En los adultos mayores la incontinencia es uno de los problemas más comunes. Se puede dar una incontinencia urinaria o fecal, y esto se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina o excrementos. Nos preguntaremos si ¿es el momento adecuado para empezar con el uso de pañales para adultos?

Para que esto no afecte a la vida diaria de los ancianos hay distintos métodos para evitar la incontinencia. Con ellos es posible no mermar la autoestima del mayor y sus relaciones sociales.

Si el anciano dispone de un cuidador, sea profesional o familiar, es bueno que tome medidas para que la incontinencia sea menor. Las medidas que debemos tomar son:

Establecer unos horarios regulares en los que al anciano vaya al servicio, además de asistirle todas las veces que sea necesario.

Intentar que el camino al baño sea corto y de fácil acceso. De esta forma, cuando tengan ganas de ir al baño, será rápido y menos incómodo. Además, debemos tener en cuenta que el recorrido esté bien iluminado y libre obstáculos para evitar tropezones o caídas, y siempre tener artículos de seguridad para evitar el peligro.

Hay que motivar al paciente para que se contenga todo lo que pueda hasta llegar al baño y evitar uso del pañal para adultos.  Así se sentirán más animados, además de tratarlo siempre con respeto y darle todo el afecto necesario para que el adulto mayor se sienta lo mejor posible.

Pañales para adultos: ¿cuándo los debemos utilizar?

Si con estos consejos los ancianos siguen teniendo incontinencia urinaria o fecal, se deberá recurrir a los pañales para ancianos , ya que es uno de los métodos más eficaces para contrarrestar la incontinencia de los ancianos.

Debemos tener en cuenta ciertos aspectos a la hora de elegir los mismos para que se acoplen de la mejor forma al cuerpo del adulto mayor.

Tipo de pañales para adultos

Existen distintos tipos de pañales que se pueden adaptar a cada paciente, por lo que deberemos elegir el idóneo para cada uno de ellos. Los tipos que podemos encontrar son:

  • Empapadores: se ponen entre la cama y el enfermo, y sirven como un protector de cama.
  • Pañal estrecho que se ajusta con tiras adhesivas, parecidos al de los bebés.
  • Enteros: son como braguitas o calzoncillos y se ponen de la misma forma.

Dentro de estos tipos de pañales debemos tener en cuenta su capacidad de absorción, el tiempo que tardan en absorber y en retener el líquido, así como de mantener la superficie seca.

Pañales para adultos: ¿cómo los cambiamos?

Para cambiar el pañal a un adulto mayor es imprescindible que la tarea se realice entre dos personas, sobre todo, si es una persona dependiente y no puede colaborar en la situación.

Para realizar el cambio de pañal debemos seguir los siguientes pasos:

  • Debemos colocar al anciano boca arriba y desprender la tiras de sujeción.
  • Hacemos que el anciano gire hacia uno de los lados, para poder quitar el pañal usado, doblándolo siempre hacia dentro para no manchar, y tirar del mismo con cuidado para retirarlo.
  • Limpiar la zona al anciano con agua y jabón neutro. Si es necesario, se pueden aplicar productos para el cuidado de la piel para prevenir la aparición de heridas.
  • Una vez limpio y con el anciano todavía girado, debemos deslizar el pañal entre la cama y el mismo, y después girarlo hacia el otro lado para que quede centrado.
  • Por último, ajustaremos las tiras adhesivas del pañal para que quede correctamente sujeto.

Como podemos observar hay varias ventajas y desventajas del uso de pañales en los ancianos, ya que con ellos se pueden sentir más vulnerables e inseguros. Sin embargo, tratándolos con afecto y normalidad conseguiremos que se sientan cómodos con ellos.

En casos de una dependencia severa es casi inevitable el uso de los mismos, ya que es la forma más sencilla y cómoda para el paciente.

En el post ¿Qué puedo hacer si mi padre necesita pañales? podéis tener más información sobre este tema



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