Se conocen también como residencias de día, haciendo referencia a que son un servicio parecido a las residencias para personas mayores pero solo para pasar el día, no para quedarse a dormir.
Son un servicio especializado de atención socio sanitaria a las personas mayores con finalidades preventivas y rehabilitadoras con carácter diurno. Proporcionan el apoyo necesario para que estos puedan desarrollar las actividades de la vida diaria con el mayor grado de autonomía posible.
Se conciben también como un recurso de apoyo a la familia permitiendo combinar el cuidado de las personas mayores con otras obligaciones familiares o laborales.
Son compatibles con los recursos de atención domiciliaria y tele asistencia para proporcionar el recurso más completo.
Las personas que más se benefician de este tipo de estancias diurnas son personas mayores con dependencia ligera o moderada, o personas con Alzheimer en fase leve o moderada.
Las personas mayores con baja dependencia se benefician mucho de los programas de rehabilitación física y cognitiva, de las actividades de terapia ocupacional y de los talleres de animación sociocultural.
Estos programas favorecen un envejecimiento activo, promoviendo la autonomía y las relaciones sociales estimulantes mediante actividades significativas.
Es un recurso intermedio dirigido a personas mayores o personas con Alzheimer en fases iniciales, con el objetivo de favorecer la permanencia en el domicilio el mayor tiempo posible.
Los centros de día son el apoyo de muchas personas mayores, que han visto mejorar sus niveles de vida por las actividades, orientadas a la salud en general.