
Los familiares de una persona anciana en muchas ocasiones son los principales encargados de ayudarle en el aseo diario y las duchas. Estas son tareas que no se pueden dejar de realizar aunque en ocasiones pueda parecerte difícil y a pesar de las dificultades que puedan ir apareciendo como:
– Falta de movilidad
– Demencias
– Falta de espacio o condiciones físicas adecuadas
Al principio si no tienes mucha experiencia puede resultarte complicado y hacer que te sientas en tensión o incómodo, pero con unos consejos y la práctica diaria todo comenzará a ser una rutina con menos dificultad.
Sin embargo, no realizar una higiene adecuada sí puede ser un problema grave a corto y medio plazo. Ten en cuenta que la higiene evita infecciones y mantiene la buena salud de la piel, además de aportar confort y bienestar general.
Consejos para realizar la ducha
La actitud
Te comentamos esto en primer lugar porque una de las grandes dificultades puede ser que la persona se resista o se queje mucho ante la ducha. Has de mantener una actitud positiva y siempre calmada, porque de esta forma se vence poco a poco la resistencia, ya que el anciano comprueba que es un momento agradable.
Nivel de autonomía
Siempre se ha de valorar el nivel de autonomía del anciano. Toda aquella actividad de aseo que pueda hacer por sí mismo le animaremos a hacerla. La autonomía es esencial para mantener la autoestima.
Las condiciones físicas del baño
Debes valorar si hay ducha o bañera, si hay apoyos y asideros, antideslizantes en el plato de ducha o bañera, alfombra antideslizante a la salida de la ducha. Trata de acondicionar el baño al máximo posible, puedes hacerlo poco a poco.
Existen taburetes y banquetas para ducha, que hacen que las personas inestables puedan ducharse autónomamente, sentadas y con ayuda para entrar o salir de la bañera. Tras la ducha, el secado puede hacerse sentado si el anciano tiende a perder el equilibrio.
Las condiciones ambientales
Cuanta más tranquilidad y relajación aportes, mejor. Una música ambiental puede ayudar. Además, la temperatura del baño debe ser adecuada para que no pase frío.
La temperatura del agua has de graduarla con cuidado, pues la piel de las personas mayores es más fina y delicada y se pueden quemar con facilidad. Los productos de higiene personal como champús y geles deben ser suaves y para pieles delicadas.
Lo que no puede faltar
Las zonas imprescindibles que se deben lavar siempre son el cabello, los genitales, los pies, los pliegues de su piel, ya sea en abdomen, muslos o brazos, así como el cuello y orejas. Ten en cuenta que ellos pueden no llegar a algunas zonas de su cuerpo.
El secado
La piel debe secarse con toalla suave a pequeños toques para evitar raspados o incomodar a la persona. Principalmente secar muy bien entre los dedos de los pies y los pliegues de todo su cuerpo.
Esperamos que estos consejos te ayuden a la hora de ocuparte de la higiene de las personas mayores.
Las Caidas y las sujeciones
El suelo mojado es una causa frecuente de caidas y podemos tener la tentación de utilizar sujeciones. Es mejor tener todo preparado por anticipado , utilizar elemendos de apoyo y hacer supervisión continua para no dejar sola a la persona mayor. Si Cuidas, No Sujetes.
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Cuando la situación se complica.
Hay entornos que no pueden adaptarse o personas mayores con niveles de dependencia que no pueden gestionarse sin ayudas técnicas especializadas. Para esas situaciones lo centros de día para ancianos pueden ser un recurso ideal.