Las enfermedades cardiovasculares son aquellas relacionadas con el corazón o los vasos sanguíneos. Este tipo de enfermedades constituyen la causa más frecuente de muerte en la mayoría de países desarrollados, por lo que resulta un impacto muy grande en las áreas: sanitaria, social y económica.
Conforme envejecemos, debemos de cuidarnos más, para no sentirnos afectados por unas de estas enfermedades, pero la mejor forma de combatirlas es prevenirlas desde edades muy tempranas con una buena alimentación y ejercicio.
Envejecimiento: ¿aumenta las probabilidades de enfermedades cardiovasculares?
El envejecimiento no tiene por qué aumentar las probabilidades de estas enfermedades siempre y cuando se prevengan, pero si el anciano no cuida su alimentación y no hace nada de ejercicio, sí que pueden aumentar los riesgos.
Los principales factores de riesgo en los mayores son la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el tabaquismo, esto quiere decir que cuanto más saludable sea nuestra vida, menos riego tendremos de sufrir una enfermedad cardiovascular.
Hoy día hay abundantes pruebas de que el control de la tensión previene, incluso en personas mayores de 80 años, el desarrollo de estas enfermedades. Respecto a la diabetes, aunque el control de los niveles de azúcar en sangre sea importante, probablemente lo sea más en estos enfermos el tratamiento de otros factores de riesgo asociados; en especial la hipertensión y el colesterol elevado.
El objetivo de prevenir las enfermedades cardiovasculares es evitar la aparición de las mismas, por lo que realizando cambios en nuestras rutinas y estilo de vida reduciremos los riesgos. Puedes informarte de la dinamica de protección de la salud en nuestras residencias en este enlace.
Envejecimiento: ¿Cómo debemos de prevenir las enfermedades cardiovasculares?
Con la práctica de un estilo de vida adecuado, una dieta sana y un uso prudente de ejercicio, siendo suficiente con caminar de media a una hora al día.
Debemos de realizar una prevención de enfermedades, mediante la supresión de determinados signos amenazantes, con la identificación de los signos de una enfermedad ya presente, los cuales, descubiertos a tiempo, permiten que sean tratados con éxito. Pero no debemos de olvidar que tenemos que adoptar medidas para reducir los factores de riesgo, e introducir en nuestras rutinas nuevos hábitos saludables y dejar atrás los hábitos que pudiesen generarnos alguna enfermedad como puede ser una mala alimentación o por ejemplo, fumar.
Como hemos estado comentando, cuanto más sana y saludable sea nuestra vida mejor llevaremos el envejecimiento y más llevadera se hará la enfermedad cardíaca en caso de padecerla.
En el caso de haber padecido alguna de estas enfermedades los cambios de hábitos deben de ser inmediatos, además de seguir a raja tabla, todas las indicaciones que nos de nuestro médico para poder llevar una vida lo más normal posible.
Con estas indicaciones podremos llevar una vida con menos riesgos en enfermedades cardiovasculares.